Un lujo que nos damos de vez en cuando en nuestro querido blog: contar con un espectador de un show impactante que además es un cronista de lujo. Nacho Ortiz Morán, baterista de Trevor Armonic, estuvo en la presentación de Tony Levin y nos lo cuenta de primera mano:
The Stickmen en Córdoba
The Stickmen pasaron por Córdoba. Sin muchas pretensiones ni cartel, los mejores músicos y los mejores representantes del rock progresivo actual (en mi opinión) demostraron que aunque pasen los años, aunque la música se haya vuelto una mercancía de intercambio y aunque el valor conceptual del arte haya mutado a cuestiones más efímeras, ellos siguen vigentes, sin haber perdido una pizca de energía y sin siquiera haber acusado el paso del tiempo sobre el escenario.
Con una propuesta cercana al King Crimson del disco "Power To Believe", ellos sumergieron a la gente en melodías hipnóticas, plagadas de ambientes capaces de hacernos viajar por el universo y al mismo tiempo bajar y darnos de cabeza en el suelo.
Los 2 sticks al frente se fundieron en el cuerpo de los 2 músicos (Tony Levin y Michael Bernier) y por momentos se transformaron en guitarras, cellos (los tocaron con un arco), pianos y hasta en percusión.
En la batería, el sólido e innovador Pat Mastelloto, no dejó en nigún momento de reflejar la potencia y la sensibilidad de las canciones. Utilizó un set de batería acústica, mezlado con pads electrónicos que disparaban desde distintas bases rítmica hasta sonidos de la naturaleza y voces.
Momentos cumbres fueron cuando hicieron la versiones de Red, Indiscipline y Elephant Talk de King Crimson y cuando interpretaron los movimientos de El pájaro de fuego de I. Stravinsky.
Como para terminar de agasajarnos, Tony Levin en un esforzado español (habló siempre con el público en español) nos invitó a todos a quedarnos a charlar con ellos y sacarnos fotos mientras firmaban autógrafos. Una muestra más de grandeza y humildad en músicos de primera línea tanto en lo musical como humano. Músicos históricos que no se estancaron en los 70, y que además de renovarse musicalmente y estar en crecimiento constante, se han dado tiempo de venir, ver y escuchar lo que pasa en estas alejadas tierras sin la pompa, ni las estructuras que el show bussines deshumanizado actual impone.
Nacho Ortiz Morán
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