miércoles, 10 de febrero de 2010

El genio inquieto

Peter Gabriel, de él hablamos, le da otro giro a su carrera con la presentación de su muy elogiado nuevo trabajo, titulado “Scratch My Back”.

Gabriel, cuyo último disco de estudio “Up” data del año 2002, nos sorprende ahora con un álbum de homenajes a otros músicos, tanto clásicos como actuales de la escena del rock. Es así que en un formato sinfónico, “sin guitarras y sin batería” tal como el propio músico lo promociona, Gabriel recorre la obra de Paul Simon, David Bowie, Lou Reed o Talking Heads entre los históricos, y Regina Spektor o Radiohead, entre las generaciones más nuevas.

Pero no se debería confundir “Scratch My Back” con un simple disco de covers. Lo que Gabriel hace aquí es reinterpretar estas canciones, recrear clásicos del rock actuales y futuros con su particular mirada de artista innovador, convirtiéndolos de este modo en momentos de gran intensidad y muy intimistas. Se trata de 12 canciones en un álbum que el propio músico ha descrito como absolutamente personal.

En el disco ha colaborado un pequeño seleccionado de gente que sabe mucho: John Metcalfe, ex Durruti Column; el compositor, arreglador y productor Bob Ezrin, y el ingeniero y productor Tchad Blake. Fue grabado en los Air Lyndhurst Studios de George Martin y en Real World Temple, con edición y mezcla en Real World Studios en Wiltshire.

El álbum, que recrea además la obra de otros artistas como Elbow, Bon Iver, The Magnetic Fields, Randy Newman y Neil Young, estará en las bateas el próximo 15 de febrero. Seguramente será uno de los acontecimientos más celebrados del año.

Botón de muestra.

El video a continuación es una toma amateur en el festival de Womad, en el que Peter interpreta uno de los temas del disco, The Boy in the Bubble de Paul Simon. Para quienes no escucharon nada aún, es una buena muestra. Sin embargo, les esperan momentos muy especiales, como al escuchar My Body is my Cage, de los geniales Arcade Fire, o The Book of Love para tomar una real dimensión de la evergadura de esta obra.



Algo personal.

Seguramente a alguno le parecerá una nimiedad, pero esta mañana tuve que hacer un trámite, legalizar títulos y esas cosas en Tribunales. Por supuesto era un mar de gente y en Legalizaciones iban por el número 609 y yo tenía el 687... Como para cerrar el tema y no tener que volver hice de tripas corazón y me quedé. Encontré una silla (porque eso sí, sillas hay... al menos), saqué el MP4 de la mochila, me puse los auriculares y me dispuse a escuchar "Scratch my back". Arranqué deliberadamente con esa versión monumental de My Body is my Cage, y tengo que confesar que para el siguiente tema, The Book of Love, ya estaba en otra parte. Y ese edificio feo, cargado de locura, con gente moviendose frenéticamente, se convirtió en un buen ejemplo de que uno puede hacerse su espacio en cualquier lado. Sólo necesita algo de belleza.

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